San Xulián de Lobios no es el primer ejemplo que se da al hablar de románico en Ribeira Sacra. Sin embargo, esta iglesia parroquial, que originariamente formaba parte de un monasterio femenino, ofrece una serie de particularidades que no deben pasar desapercibidas.
Una de las ventajas que nos ofrece visitar esta iglesia es lo sencillo que resulta su acceso, estando a la vista y debidamente señalizada desde la carretera LU-P-5903 a su paso por la parroquia de Lobios, Sober.
Debido a la reubicación monacal y el paso el tiempo hemos perdido gran parte de la documentación del monasterio a excepción de la que se guarda en el Archivo de San Paio de Antealtares, en Santiago de Compostela. Esto se debe a que pasó a depender del monasterio compostelano en el siglo XVI con motivo de la reforma monacal promovida por los Reyes Católicos. Uno de los restos documentales más relevantes que conservamos es aquel que nos permite afirmar que, ya en el siglo XIII, el monasterio femenino de San Xulián de Lobios ya estaba habitado.
Nos llama la atención el lugar en el que está situado rodeado por un cementerio tan próximo que resulta imposible ver el templo al completo de una perspectiva amplia. Accedemos por la zona oriental y podemos ver el ábside recto desde el exterior y el lateral sur y su espléndida puerta de entrada en la que destacan su cuatro alquivoltas y los capiteles a ambos lados de tipo historiado, fitomorfo y zoomorfo así como los 20 canecillos que rodean el templo.
Ya en la fachada principal observamos un arco apuntado con cuatro alquivoltas y chambrana sobre jambas y tres pares de columnas. Se observa una clara simetría enmarcando la portada entre dos vanos bajo arcos de medio punto y la espadaña que, como en otros casos, es una edificación posterior realizada a principios del siglo XIX debido al deterioro de la torre campanario anterior.
Puerta occidental de la iglesia parroquial de San Xulián de Lobios. Sober.
El templo está formado por una única nave rectangular fruto de una única y dilatada campaña constructiva. Contruído en sillería, la nave es acompañada de una cabecera estructurada en tramo recto presbiterial y capilla mayor con cabecero recto.
La nave ha sufrido cambios y reedificaciones posteriores acompañadas de las pinturas mulares del siglo XVI que muestran parte de los textos referidos al Apocalipsis y que se restaurarán próximamente.
Conserva dos de las tres entradas a la nave, habiendo sido cerrada la del lado norte en el siglo XX. En la actualidad, la nave está cubierta por un tejado a dos aguas aunque se considera que pudo estar abovedado debido a los contrafuertes que continúan a los pies de los muros laterales del templo.
La iluminación interior viene dada por unos vanos muy sencillos bajo arcos de medio punto con derrame hacia el interior, sin columnillas y con unas jambas realizadas con el propio muro. En la cara occidental, lugar en el que se encuentra la puerta principal observamos justo encima una ventana de mayor tamaño y riqueza estructural que las laterales. Ésta está compuesta por dos arquillos moldurados con baquetón, óculo cuadrifolio y mainel.
En la zona del ábside, mirando hacia oriente, por supuesto, precediendo al presbiterio tenemos un arco triunfal apuntado de doble arquivolta y chambrana de mediacaña. Tras este accedemos a un pequeño tramo presbiterial en bóveda de crucería hasta llegar al cabecero recto cubierto con un retablo del siglo XVIII.
Es justo la zona de la bóveda de crucería de San Xulián de Lobios la que nos ofrece la mayor peculiaridad. Se compone de dos arcos diagonales que voltean, de lado a lado sobre ménsulas-capiteles (elemento estructural típico de la arquitectura tardorrománica galaica, asentada en la catedral de Ourense) se trata de un elemento muy llamativo para un templo perteneciente a un monasterio modesto como el que estamos describiendo.
Además, estes elementos representan el tetramorfos según la visión de Ezequiel y los acompaña de elementos fitomorfos, tal y como en la imagen posterior.
San Lucas representado como toro en el la zona noroeste del presbiterio de San Xulián de Lobios.
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